Crece cantidad de buzos en basurero de Rafey lugar de foco de contaminación y olvidado

Santiago, 8 de mayo 2008.- Su historia es triste y surge cuando el día 2 de agosto del año 1975, un incendio destruyó a las dos y treinta minutos de la tarde las casas de 300 familias en el sector El Ejido, al Norte de la ciudad de Santiago de los Caballeros.

La catástrofe afectó a hombres, mujeres, niños, niñas, adolescentes y ancianos, que impotentes en medio de las cortinas de humo veían destruirse sus casas, convertidas en escombros, cenizas y sus ajuares
Tras la tragedia, inició el peregrinaje forzozo de estas familias y quienes fueron reubicadas en una parte del Mercado Central, otros en barracones, una cantidad en edificiones públicos y privados en construcción, muchos en casas de amigos, familiares.

Pero, cien de los afectados, fueron llevados a una finca propiedad de la familia Bermúdez, ubicada hacia el Noroeste de la ciudad de Santiago de los Caballeros y alojados en 20 ranchos utilizados para almacenar tabaco.

Dentro de la finca, la administración permitió la construcción casitas a base de cartón, cana y otros materiales desechables, pero cuando llovía la odisea de las familias era desgarradora porque compartían su habitat con cientos de cerdos.

En las humildes viviendas no tenían privacidad y estaban obligados a dormir en el suelo, porque perdieron todos sus ajuares devorados por el incendio del sector El Ejido.

Su nuevo hogar, aunque en medio de vetustas casuchas, gracias a la caridad y solidaridad de la familia Bermúdez, sin alimentos permanecieron durante varios años.

Para entrar o salir de la finca, cada uno de los cabezas de familia tenía que mostrar un ticket asignado a los afectados por la administración para tener un control de las personas alojadas allí.

Con el tiempo, se convirtió este sector de Cienfuegos en el austero y flexible eje, siendo hoy el centro vital de miles de personas empapados de culturas y costumbres diferentes, ya que provienen de distintas poblaciones del país.

Allí convergen personas de pueblos y campos de todas las provincias del país, comprobado los las series de sus cédulas, la forma de regionalismo, porque emigraron atraídos por los atractivos que generaban zona franca industrial de Santiago.

Aunque no hay datos específicos, sin embargo, se calcula que el sector de Cienfuegos podría tener una población habitacional que sobrepase las 200 mil personas, superior a muchas provincias del país.

No obstante, Cienfuegos, compuesto por hombres y mujeres de trabajo y solidarios, continúa siendo el barrio marginado de todos los gobiernos, con calles polvorientas, con la contaminación del barrio de Rafey, sin fuentes de ingreso, ya que la mayoría de los 50 mil operarios cancelados de la zona franca viven en ese sector.

A pesar de la pobreza extre,a de sus habitantes y el malestar del basurero de Rafey, Cienfuegos descuidado por todos los gobiernos que ha tenido la República Dominicana en cuando a elevarlo de categoría, no obstante, es apetecido políticamente por los dirigentes de los diversos partidos.

Este sector tiene un crecimiento poblacional vertiginoso y a aunque subyace en medio de la miseria, cuenta con más de mil negocios, escuelas, liceos públicos, un Cuerpo de Bomberos, el hospital estatal, bautizado con el nombre de doctor Rafael Castro, colegios privados y el flujo de carro del concho supera las mil unidades.

LOS BUZOS

Por el cierre de industrias de la Zona Franca Industrial de Santiago, donde alrededor de 50 mil operarios de manera directa fueron cancelados, el flujo de buzos se ha incrementado en el basurero de Rafey, a cuya tarea se han incorporados hombres y mujeres haitianas.

De 200 hombres, mujeres, niños, niñas y jóvenesq que trabajaban ante la desaparición de las industrias textileras, la cifra se remonta a más de mil.

Con rostros cubiertos que sólo les permiten ver y respirar, por los trapos que se colocan en sus caras, a la búsqueda de madera, cartón, botellas de vidrio, productos enlatados, plásticos y otros, se han incorporados, no sólo jóvenes y adultos dominicanos, sino decenas de haitianos y haitianas.

Unas 200 mujeres entre haitianas y dominicanas, igual cantidad de menores y los restantes 600 son hombres adultos, para sumar mil, las personas que se dedican a capturar materiales vendibles en el basurero de Rafey en el sector de Cienfuegos de Santiago de los Caballeros.

Debido a la multiciplidad de materiales las personas trabajan de forma obligatoria por la situación económica, aunque voluntaria que han sido clasificados por grupos.

Unos se dedican a la localización de envases plásticos, botellas de vidrios, cartón, madera, metales y otros.

El fardo de materiales plásticos es vendido a los intermediarios a 300 pesos. Algunos se ganan entre 300 y 400 pesos diarios.

Unos, en cambio, logran muy pocos recursos para llevarlos a sus familiares para comprar los alimentos.

Allí, se dedican a la búsqueda, jóvenes bachilleres que trabajan en las industrias de la Zona Franca de Santiago, pero que al ser cancleados por el cierre de las operaciones, y para honrar compromisos han tenido que dedicarse a recoger materiales.

Aunque no devengan sueldos de ninguna institución ni municipal ni nacional y mucho menos privada, los buzos de Rafey, se quejan de las limitaciones en que realizan esa delicada tarea.

Dicen que no tienen ningún tipo de protección para hacer su tarea, ya que no usan guantes, ni equipos de seguridad.

Están conscientes de que contraen todo tipo de enfermedades de la piel, pulmonar, intestinal y tienen que pasar hambre y sed.

Su horario es de siete de la mañana hasta la siete de la noche, inhalando humo contaminante.

El ambiente putrefacto genera graves enfermedades entre los buzos.
A la llegada de los camiones compactadores, se avalanchan hacia ellos para poder capturar los productos que comercializan.

Hace poco, una exoperaria de la Zona Franca de Santiago, perdió su mano derecha, cuando la compuerta de unos de los camiones compactadores la atrapó, al producirse una falla mecánica.

La mujer, es madre soltera y cuatro niños, todos menores de edad.
En una ocación, dijo que tomó como opción ir a recoger efectos al vertedero de Rafey porque había perdido su empleo, ya que no tenía otra alternativa para darle alimentación y educación a sus hijos.

La señora ha recibido ayuda para mitigar algunas de sus necesidades entregadas por autoridades municipales de Santiago.

El malestar que genera la contaminación del vertedero de Rafey afecta a miles de personas de las diferentes edades, donde los moradores que viven en sus alrededores insisten en que este lugar debe ser eliminado de cuajo.

ENFERMEDADES

A causa del polvillo, gases y el humo que emanan del centro de depósitos, son decenas los niños, jóvenes y adultos que presentan patologías clínicas, debido a que las sustancias que lanzan allí se incendian y arropa a los barrios adyacentes.

Inútiles han sido los esfuerzos de moradores, dirigentes de Juntas de Vecinos, centros de madres, clubesa de jóvenes, miembros de Grupos de Rescate y otros, quienes luchan en cuerpo y alma para que el basurero de Rafey sea removido a otro sitio menos habitado.

Advierten que la situación es preocupante, porque cada día las enfermedades en la población van en aumento y análisis de laboratorio determinan el hallazgo de nuevos casos entre niños, jóvenes y adultos de los barrios, Santa Lucía, Las Colinas, La Fe, Villa Rosa, San Antonio, Santa Ana, La Colonia, altos de Rafey y otros, cercados al centro de desperdicios.

Gracias a la generosidad de la Fundación Medio Ambiente y Desarrollo-FUNDAMBIENTE- que preside el licenciado Miguel Inoa, se ha podido realizar estudios clínicos que establecen que la mayoría de los comunitarios presentan afecciones respiratorias, nasales y de la piel, causadas por los efectos del polvillo, gases y humo que emanan del vertedero de Rafey.

El doctor Juan Manuel Rosario, salubrista y miembro del Servicio Dominicano de Orientación en Salud, contratado por FUNDAMBIENTE realizó la evaluación a 87 niños, del barrioSanta Lucía o La Mosca del sector Cienfuegos en Santiago.

Se determinó que entre los niños y las niñas de seis y 7 años de edad, el 22% presenta lesiones de piel consistentes en micosis, sobre todo Pitiriasis Alba y Dermatitis seborreica, Furúnculos y laceraciones, buena parte de ellas de larga evolución y resistente al tratamiento.

Mientras que el 29% presentan signos de desnutrición en alguno de sus grados, incluyendo la anemia ferropenica y las defensas bajas, trastornos ligeros de la visión, resequedad de piel y opacidad del pelo.

Revelaba el estudio que aquellos niños que no fueron diagnosticados como anémicos, están en su mayoría, en un rango muy inferior de normalidad, lo que les expone a caer en la anemia ante cualquier descuido minimamente mayor de la alimentación.

El 6% de los niños y las niños están afectados de Proceso Gripal Agudo, afecciones micóticas orales y Amigdalitis crónica.

Por su parte, la parasitosis intestinal se manifiesta en 3% de ellos, que son algunos que tienen una alimentación regular y que son reclutados, alimentados y educados en la Fundación Niños con una Esperanza con recursos provenientes de España.

Las lesiones dentales como caries y falta de piezas por extracción afectan al 20% de los niños examinados, los cuales mantienen hábitos alimentarios que apuntan a la multiplicación de las lesiones presentes hasta ahora.

En tanto que un 2% de los niños presenta trastorno del aprendizaje, y más de un 10 muestra faltas de higiene muy evidentes, sobre todo en lo relativo al vestido y limpieza de miembros.

Debido a que en sus hogares los niños dicen consumir frutas y vegetales de modo muy infrecuente, se recomienda incluir en el menú del Centro ensaladas de frutas con miel regulares y cereales integrales o enriquecidos, de modo de conseguir un mejor nivel nutricional entre ellos.

A la vez, una supervisión más seguida de la higiene de sus extremidades, principalmente las uñas de las manos y las piernas y de sus ropas.
Llevar los niños al dentista debe ser recomendado con insistencia a los padres.

Tratar médicamente las lesiones con los fármacos recomendados ayudaría a evitar la propagación de las lesiones entre el resto de los patrocinados y a evitar complicaciones entre los afectados

LOGROS

El día 24 de diciembre del año 1975, que el obispo de la Diócesis de Santiago, monseñor Roque Adames Rodríguez, ofició la primera Misa del Gallo que atrajo a decenas de personas.

Entre los años 1975 y 1976, se habitaron para esa zona la cantidad de 5 carros del concho para el transporte de personas a sus centros de trabajo.

Pero en los años 1977 y 1978, la Sala Capitular del Ayuntamiento de Santiago, aprobó nuevas frnajas para la Ruta F y desde ahí comenzaron a circular un mayo flujo de unidades, que en los actuales momentos supera más de mil.

Por gestiones del sacerdote Carlos Rodríguez Núñez, el presidente de la República, doctor Joaquín Balaguer, visitó en dos ocasiones a Cienfuegos.

Sin embargo, fue en el año 1986, cuando el jefe de Estado dispuso la entrega de 16 millones de pesos para construir los primeros apartamentos y la escuelan Ema Balaguer para honrar la memoria de su hermana y tratar de cambiar la imagen del sector más poblado que tiene la ciudad de Santiago de los Caballeros.

Sube a mil la cantidad de cancelados de la Zona Franca que se convierten en buzos en el basurero de Rafey de Santiago