FUENTE: aguilucho.com
Por Huchi Lora
La gran Águila imponente
Se atrincheró allá en su suelo
Y desde allí emprendió el vuelo
Feroz, gallarda y valiente.
Entre sus garras son veinte
Las glorias que ya amontona
Y orgullosa campeona
Vuela cual dueña del aire
Luciendo con gran donaire
La vigésima corona.
Hoy la afición aguilucha
Con gran respeto, señores,
Al tigre le rinde honores
Porque su fiereza es mucha.
Demostró la azul cachucha
Que el pleito nunca abandona,
Puso la cosa embromona
Y al final se rebeló,
Pero el ave le quitó
La vigésima corona.
Ese palo de Furcal
Y el de Mendy, un poco antes,
Dejó al tigre agonizante
Y Muñoz le dio el final.
Figueroa: ¡Magistral!
Tanto dominio impresiona
Y el ave lo galardona
Nombrándolo Más Valioso,
Pues le debe a ese coloso
La vigésima corona.
Chilote fue el que acuñó
Esta diadema triunfal
Con el cambio de Furcal
Y al final, que contrató
A lo mejor que quedó
En la mexicana zona,
Que a la emplumada matrona
Le dio más garra y más pico,
Y al Cibao lo hizo rico
La vigésima corona.
¡Qué poder, Encarnación,
En los tres golpes primeros
Con tres disparos certeros
Que se fueron de jonrón!
Tres veces sonó el cañón
De Mendy, por su patrona,
Que entre sus héroes menciona
Por cierto, a Arnaldo Muñoz,
Que le dio al ave feroz
La vigésima corona.
Se queda corto el que diga
Que da fe y que testimonia
El gran valor de Polonia,
La brava atómica hormiga.
Sigue quemando la liga
Y al contrario le ocasiona
Temor, porque no perdona
Este pequeño coloso
Que también luce orgulloso
La vigésima corona.
La Guagua, en esta ocasión
De luto y de adversidad,
Con menos velocidad,
Pero dio su inspiración.
En esta celebración
La alegría lo abandona;
Le hace falta una persona
De su vida familiar,
Pero él ayudó a forjar
La vigésima corona.
Para entrar en esta historia,
Se afilaron bien el pico
Batista, Bernie, el Gatico
Chago Ramírez y Osoria.
Quedarán en la memoria
De esta histórica encerrona
En que el Águila destrona
La felina monarquía,
Pues nos llena de alegría
La vigésima corona.
Esta corona mamey
Muchos la lucen con brillo:
Chobito, Alexis, Castillo,
Robinson, Luna y Tiyey (TJ).
Pero también el Licey,
En su fallida intentona,
Al gran Offerman menciona,
Mármol y Ronnie Belliard,
Aunque no pudo ganar
La vigésima corona.
Cuatro veces empató
En triunfos el club mamey;
Cuatro veces el Licey
Entonces desempató.
Pero la hora llegó
Y ya el águila pregona
Que es dueña de la poltrona
Ella solita, por fin,
Pues logró Félix Fermín
La vigésima corona.
La fiesta de centenario
Del peligroso felino
Terminó por el camino
Del servicio funerario.
Frente a tan digno adversario,
El ave se envalentona,
Lo persigue, lo arrincona,
Lo picotea y lo acosa;
Por eso luce orgullosa
La vigésima corona.
La gran Águila otra vez
Ha vuelto a escribir la historia:
Como lleva veinte glorias
La más gloriosa ella es.
Vuela con gran altivez
La potente campeona
Y al Cibao lo apasiona
Con su coraje y su leña;
¡Goza, región cibaeña
Tu vigésima corona!
Ya no creemos en el 15.09%
Parece mentira que un número aparentemente enigmático se haya convertido en grito de guerra de los fanáticos aguiluchos. Desde finales de diciembre, cuando agonizábamos para pasar al Round Robin, empezamos a usar firmas y letreros que proclamaban una frase incomprensible: "Yo creo en el 15.09%".
Este porcentaje no es mágico, sino que surge de un análisis de los campeonatos dominicanos. Hasta ayer, de 53 torneos celebrados, solamente en ocho ocasiones el equipo que en la Serie Regular quedaba en el tercer puesto lograba alzarse con la corona. Dividir 8 entre 53 produce el ya famoso 15.09%.
La gran Águila imponente
Se atrincheró allá en su suelo
Y desde allí emprendió el vuelo
Feroz, gallarda y valiente.
Entre sus garras son veinte
Las glorias que ya amontona
Y orgullosa campeona
Vuela cual dueña del aire
Luciendo con gran donaire
La vigésima corona.
Hoy la afición aguilucha
Con gran respeto, señores,
Al tigre le rinde honores
Porque su fiereza es mucha.
Demostró la azul cachucha
Que el pleito nunca abandona,
Puso la cosa embromona
Y al final se rebeló,
Pero el ave le quitó
La vigésima corona.
Ese palo de Furcal
Y el de Mendy, un poco antes,
Dejó al tigre agonizante
Y Muñoz le dio el final.
Figueroa: ¡Magistral!
Tanto dominio impresiona
Y el ave lo galardona
Nombrándolo Más Valioso,
Pues le debe a ese coloso
La vigésima corona.
Chilote fue el que acuñó
Esta diadema triunfal
Con el cambio de Furcal
Y al final, que contrató
A lo mejor que quedó
En la mexicana zona,
Que a la emplumada matrona
Le dio más garra y más pico,
Y al Cibao lo hizo rico
La vigésima corona.
¡Qué poder, Encarnación,
En los tres golpes primeros
Con tres disparos certeros
Que se fueron de jonrón!
Tres veces sonó el cañón
De Mendy, por su patrona,
Que entre sus héroes menciona
Por cierto, a Arnaldo Muñoz,
Que le dio al ave feroz
La vigésima corona.
Se queda corto el que diga
Que da fe y que testimonia
El gran valor de Polonia,
La brava atómica hormiga.
Sigue quemando la liga
Y al contrario le ocasiona
Temor, porque no perdona
Este pequeño coloso
Que también luce orgulloso
La vigésima corona.
La Guagua, en esta ocasión
De luto y de adversidad,
Con menos velocidad,
Pero dio su inspiración.
En esta celebración
La alegría lo abandona;
Le hace falta una persona
De su vida familiar,
Pero él ayudó a forjar
La vigésima corona.
Para entrar en esta historia,
Se afilaron bien el pico
Batista, Bernie, el Gatico
Chago Ramírez y Osoria.
Quedarán en la memoria
De esta histórica encerrona
En que el Águila destrona
La felina monarquía,
Pues nos llena de alegría
La vigésima corona.
Esta corona mamey
Muchos la lucen con brillo:
Chobito, Alexis, Castillo,
Robinson, Luna y Tiyey (TJ).
Pero también el Licey,
En su fallida intentona,
Al gran Offerman menciona,
Mármol y Ronnie Belliard,
Aunque no pudo ganar
La vigésima corona.
Cuatro veces empató
En triunfos el club mamey;
Cuatro veces el Licey
Entonces desempató.
Pero la hora llegó
Y ya el águila pregona
Que es dueña de la poltrona
Ella solita, por fin,
Pues logró Félix Fermín
La vigésima corona.
La fiesta de centenario
Del peligroso felino
Terminó por el camino
Del servicio funerario.
Frente a tan digno adversario,
El ave se envalentona,
Lo persigue, lo arrincona,
Lo picotea y lo acosa;
Por eso luce orgullosa
La vigésima corona.
La gran Águila otra vez
Ha vuelto a escribir la historia:
Como lleva veinte glorias
La más gloriosa ella es.
Vuela con gran altivez
La potente campeona
Y al Cibao lo apasiona
Con su coraje y su leña;
¡Goza, región cibaeña
Tu vigésima corona!
Ya no creemos en el 15.09%
Parece mentira que un número aparentemente enigmático se haya convertido en grito de guerra de los fanáticos aguiluchos. Desde finales de diciembre, cuando agonizábamos para pasar al Round Robin, empezamos a usar firmas y letreros que proclamaban una frase incomprensible: "Yo creo en el 15.09%".
Este porcentaje no es mágico, sino que surge de un análisis de los campeonatos dominicanos. Hasta ayer, de 53 torneos celebrados, solamente en ocho ocasiones el equipo que en la Serie Regular quedaba en el tercer puesto lograba alzarse con la corona. Dividir 8 entre 53 produce el ya famoso 15.09%.
La estadística la compartió con nosotros el forista Halcón (Nelson Luna), y al forista El Mamey (Darío Martínez) le sonó a reto y fue el primero en utilizar la firma "Yo creo en el 15.09%".
Poco después, muchos aguiluchos, hasta por fe ciega, creyeron en el mítico 15.09%, creyeron en que ese porcentaje significaba algo positivo, y abrazaron esa idea. Muchos de los foristas nunca llegaron a saber el significado del número pero igual confiaban en su realidad.
El forista BugsbunnyWCV (Winster Ceballos), en su visita al país, confeccionó un enorme letrero que rezaba "Aguiluchos.com cree en el 15.09%" sembrando más preguntas que antes.
Dicho letrero quedó en manos del forista Katoh (Miguel Peralta Corominas), quien lo llevó a muchos partidos, y logró que fuera enfocado en las transmisiones de televisión con frecuencia.
Santana Martínez se nos acercó preguntando por la cifra y a cierto cronista deportivo de la capital, nuestra humilde e inofensiva "chercha de ligadera" le pareció "un invento de vagos".
Saludos le enviamos desde la cima de los triunfadores.
Así que, amigos, esa es la historia del 15.09%. Es sólo un porcentaje que ya no existe más. Hoy, con la conclusión del campeonato 54, el equipo que quedó en el tercer lugar de la Serie Regular, con un anémico récord de 24 ganados y 24 perdidos, logró colarse en la Serie Final casi gateando, pero ha salido victorioso de la cruenta lucha final. Ya el 15.09% no existe, pues ahora de 54 torneos, nueve veces el tercer lugar de la Regular ha ganado la corona.
¡Ya no es el 15.09%, sino el 16.67%!
¡Felicidades, aguiluchos de todas partes del mundo!
Somos los Campeones Máximos de nuestra pelota, los primeros en llegar a 20 coronas, los primeros en ganar títulos consecutivos en el Siglo XXI, revalidando el título que ganamos el pasado año, y pasándole de una vez y por todas a nuestros acérrimos rivales, en un acoso que ha perdurado por más de una década.
¡LAS AGUILAS CIBAEÑAS NO SON SEGUNDONAS DE NADIE!
Crónica de la Corona Imposible
¡Ya no es el 15.09%, sino el 16.67%!
¡Felicidades, aguiluchos de todas partes del mundo!
Somos los Campeones Máximos de nuestra pelota, los primeros en llegar a 20 coronas, los primeros en ganar títulos consecutivos en el Siglo XXI, revalidando el título que ganamos el pasado año, y pasándole de una vez y por todas a nuestros acérrimos rivales, en un acoso que ha perdurado por más de una década.
¡LAS AGUILAS CIBAEÑAS NO SON SEGUNDONAS DE NADIE!
Crónica de la Corona Imposible
Las Águilas Cibaeñas siempre han sido batalladoras, y han hecho tradición de exhibir garra y gallardía en el terreno de juego. Sus fanáticos se han acostumbrado a los triunfos y las hazañas que la franela mamey cosecha en su tránsito por la historia beisbolera de nuestro país y la región del Caribe. Sin embargo, hay ocasiones, como la presente, en la que no solamente los rivales de las Águilas se sienten asombrados, sino además, nosotros mismos, los que profesamos la fe del aguiluchismo.
Nuestro conjunto es temido por todos, sin excepción. Y es una justa apreciación de la jungla del béisbol, pues hemos dado muestras fehacientes de que somos rivales encarnizados... pero resulta que en este torneo recién concluido, los aguiluchos tuvimos que ver a nuestro equipo conquistar a puro pulso y con grandes penurias cada uno de los palmares que recopiló.
En una Serie Regular totalmente accidentada por dos tormentas, la cual estableció récord de suspensiones de carteleras, nuestras amadas Águilas se tambalearon continuamente, hasta el punto de que en cierto momento era plausible pensar en un Enero sin las Aguerridas.
El conjunto tuvo problemas desde el principio, cuando malestares internos de un jugador provocaron desencanto y más de un enojo entre los jugadores. Además de eso, la ofensiva mamey se vio por el suelo y los bates arrastrados eran demasiados. Octubre y Noviembre pasaron con mucha dificultad y las Águilas se mantuvieron en el tercer puesto de la tabla de posiciones. Al entrar Diciembre, el combinado aguilucho cayó prácticamente en barrena y estuvieron jugando por debajo de .500 hasta la última fecha de la Serie Regular.
El viernes 21 de Diciembre se enfrentaron a los Leones del Escogido con marca de 21 ganados y 24 perdidos. Una derrota más habría puesto a los propios Leones por encima de las Águilas y amenazado la participación del conjunto en la segunda etapa, ya que las Estrellas Orientales también estaban mordiendo los talones del aguerrido equipo de la garra.
Sin embargo, la reacción aguilucha, encabezada por el ex-escogidista Rafael Furcal, montó al equipo en racha positiva y las Águilas ganaron ese partido y los dos siguientes, logrando el ticket a la post temporada con marca de 24-24, su peor registro desde la temporada 1991-1992 cuando quedaron en el sótano. Así, con un desempeño pobre, un juego errático, una ofensiva ambivalente, las Águilas se colaron en el Round Robin.
Los analistas deportivos actuaron con justicia al considerar favoritos para la Serie Final a los impresionantes Gigantes del Cibao y a los consistentes Tigres del Licey.
Estos conjuntos jugaron durante todo el camino regular el béisbol más equilibrado y destacaron siempre su ofensiva arrolladora. Pero nuevamente aquello de que "la pelota es redonda y viene en caja cuadrada" se hizo palpable cuando unas insospechadas Estrellas Orientales pasaron a comandar la tabla de posiciones del Round Robin, llegando a disfrutar una ventaja envidiable sobre los demás conjuntos. Los Gigantes, de su parte, empezaron a desinflarse y de poco les sirvió reaccionar en las últimas fechas.
Por su parte, los Tigres continuaban jugando un béisbol de fundamentos, ejecutando las corridas correctamente y acumulando números asombrosos, especialmente en su staff de relevistas, los cuales llegaron a conocerse como "el relevo de la muerte". Prácticamente era imposible remontar en el marcador si hombres como Jorge Sosa, Carlos Pérez, Dámaso Marte, Carlos Mármol entre otros, tomaban comando de la lomita. Aún así, las Águilas se las arreglaron para vencer tres veces a los azules en esta etapa, sufriendo dos reveses.
Así llegó el jueves 10 de enero, con las Estrellas en declive y los Tigres en su momentum. Las Águilas se enfrentaban a los Gigantes en el Estadio Cibao, y ganaban el encuentro en el noveno episodio 4 carreras por 2.
Por su parte, los Tigres continuaban jugando un béisbol de fundamentos, ejecutando las corridas correctamente y acumulando números asombrosos, especialmente en su staff de relevistas, los cuales llegaron a conocerse como "el relevo de la muerte". Prácticamente era imposible remontar en el marcador si hombres como Jorge Sosa, Carlos Pérez, Dámaso Marte, Carlos Mármol entre otros, tomaban comando de la lomita. Aún así, las Águilas se las arreglaron para vencer tres veces a los azules en esta etapa, sufriendo dos reveses.
Así llegó el jueves 10 de enero, con las Estrellas en declive y los Tigres en su momentum. Las Águilas se enfrentaban a los Gigantes en el Estadio Cibao, y ganaban el encuentro en el noveno episodio 4 carreras por 2.
En su último chance al bate, Chris Roberson entregó el primer out. Miguel Tejada conectó un sólido doble al jardín derecho, y desde que ancló en la intermedia se le vio eufórico, animando visiblemente a sus compañeros. Edwin Encarnación bateó un rodado por tercera y llegó quieto a la inicial sin que Tejada pudiera moverse.
Luego vino un wild pitch de Darío Veras, el cerrador de lujo de los Gigantes, y Tejada llegó a la antesala mientras que Encarnación se estacionó en la intermedia. Al bate Mendy López, quien había estado silente gran parte del playoff semifinal. Aunque todos pujábamos por un sencillo impulsor de dos vueltas, Mendyto nos regaló su batazo más memorable, un cuadrangular por la verja del jardín izquierdo, con lo cual las Águilas ganaron el partido.
Y después de eso, ya nada fue igual.
Las Águilas se alejaron a dos partidos de los Gigantes, los cuales fueron descalificados poco después. Al día siguiente, vencieron a los archirrivales Tigres del Licey y el sábado blanquearon a los Gigantes.
El domingo, en el debut de Nelson Figueroa, el importado pasó por las armas a 13 contrarios de las Estrellas Orientales, en un recital de pitcheo. Todo parecía indicar que las Águilas estaban avanzando cómodamente a la Serie Final pero el lunes 14 los Gigantes aguaron la fiesta y vencieron a las Águilas para poner nuevamente en peligro su pase a la Semana Definitoria.
Los Tigres, ese mismo lunes, clasificaron a la Serie Final propinándole el sexto revés consecutivo a las Estrellas, el cual resultó un no-hit no-run combinado de Ervin Santana, Carlos Mármol y Dámaso Marte.
El Relevo de la Muerte cobraba una víctima más.
Así las cosas, el martes las Águilas se jugaban el pase a la final. Una derrota ante las Estrellas obligaría a celebrar la cartelera siguiente pero las Águilas vencieron convincentemente a las Estrellas en ese partido, uniéndose a los felinos en la cuarta Serie Final consecutiva entre estos dos conjuntos.
Nuevamente los analistas deportivos hicieron un escrutinio sobre los números y desempeños de los equipos que llegaron a la última etapa, y casi de forma unánime, dieron como favorito a los Tigres del Licey para derrotar a las Águilas Cibaeñas.
La Serie Final empezó en Santo Domingo, y las Águilas ejecutaron una estrategia obvia: Atacar al pitcheo abridor. El zurdo Randy Leek corrió con la desdicha de enfrentar a las Águilas, quienes de inmediato atacaron sus lanzamientos haciéndolo saltar sin lograr hacerles un solo out. Con Roberson y Tejada en circulación, Edwin Encarnación montó la esferoide en el Metro y produjo tres vueltas. El juego terminó con pizarra de 8 carreras mameyes contra tres azules.
Al día siguiente, las Águilas recibieron a los Tigres en Santiago y fueron el mayor ejemplo de poca hospitalidad, pues apalearon a los visitantes con un ataque bestial que incluyó nueve vueltas en el mismo primer episodio. José "El Tío" Mercedes tampoco pudo sacar el primer out y recibió otro jonrón de Edwin con dos en base, y de ñapa uno de Mendy López para irse a las duchas. El relevo azul poco pudo hacer para contener la hemorragia y las Águilas, al compás de 21 imparables, cosecharon 18 vueltas, frente a tres de los rayados. Hasta donde tenemos conocimiento, esta es la paliza más grande que ha recibido un equipo en Series Finales en nuestra pelota.
El sábado los azules buscaban una victoria con desesperación pero las Águilas le propinaron otra abultada derrota al poner la pizarra 12 vueltas a 4. Este partido marcó un hito en nuestra historia beisbolera, pues el dirigente Tim Tolman, que había conducido a los azules todo el camino, recibió un pasaje de ida a su casa, junto al coach de pitcheo. Héctor "La Manta" de la Cruz se convirtió en la esperanza de los legionarios metilenos.
El domingo, en el Estadio Cibao y con la serie final en contra 0-3, hubo motivos para que los fanáticos liceístas albergaran esperanzas, al derrotar a las Águilas con marcador de 7-4, en un juego donde los mameyes cometieron cuatro costosos errores.
Así al llegar el lunes, de nuevo en Santo Domingo, la Manta revalidó su condición de "esperanza azul" al derrotar a las Águilas con Ervin Santana en la lomita y un decente pizarrón de 5-1. Un día de descanso fue eterno para los seguidores del bésibol, pero así llegó el miércoles 23 de enero.
Las Águilas recibían en su parque una vez más a los Tigres, quienes madrugaron ante el zurdo Derek Lee marcándole 2 vueltas. Los aguiluchos veíamos con preocupación cómo los bates mameyes estaban amarrados, apagados... y los azules lucían bien despiertos. Un cuadrangular de dos vueltas más para los metilenos decretó la salida de Derek Lee y fue entonces cuando el relevo mamey se creció.
Así las cosas, el martes las Águilas se jugaban el pase a la final. Una derrota ante las Estrellas obligaría a celebrar la cartelera siguiente pero las Águilas vencieron convincentemente a las Estrellas en ese partido, uniéndose a los felinos en la cuarta Serie Final consecutiva entre estos dos conjuntos.
Nuevamente los analistas deportivos hicieron un escrutinio sobre los números y desempeños de los equipos que llegaron a la última etapa, y casi de forma unánime, dieron como favorito a los Tigres del Licey para derrotar a las Águilas Cibaeñas.
La Serie Final empezó en Santo Domingo, y las Águilas ejecutaron una estrategia obvia: Atacar al pitcheo abridor. El zurdo Randy Leek corrió con la desdicha de enfrentar a las Águilas, quienes de inmediato atacaron sus lanzamientos haciéndolo saltar sin lograr hacerles un solo out. Con Roberson y Tejada en circulación, Edwin Encarnación montó la esferoide en el Metro y produjo tres vueltas. El juego terminó con pizarra de 8 carreras mameyes contra tres azules.
Al día siguiente, las Águilas recibieron a los Tigres en Santiago y fueron el mayor ejemplo de poca hospitalidad, pues apalearon a los visitantes con un ataque bestial que incluyó nueve vueltas en el mismo primer episodio. José "El Tío" Mercedes tampoco pudo sacar el primer out y recibió otro jonrón de Edwin con dos en base, y de ñapa uno de Mendy López para irse a las duchas. El relevo azul poco pudo hacer para contener la hemorragia y las Águilas, al compás de 21 imparables, cosecharon 18 vueltas, frente a tres de los rayados. Hasta donde tenemos conocimiento, esta es la paliza más grande que ha recibido un equipo en Series Finales en nuestra pelota.
El sábado los azules buscaban una victoria con desesperación pero las Águilas le propinaron otra abultada derrota al poner la pizarra 12 vueltas a 4. Este partido marcó un hito en nuestra historia beisbolera, pues el dirigente Tim Tolman, que había conducido a los azules todo el camino, recibió un pasaje de ida a su casa, junto al coach de pitcheo. Héctor "La Manta" de la Cruz se convirtió en la esperanza de los legionarios metilenos.
El domingo, en el Estadio Cibao y con la serie final en contra 0-3, hubo motivos para que los fanáticos liceístas albergaran esperanzas, al derrotar a las Águilas con marcador de 7-4, en un juego donde los mameyes cometieron cuatro costosos errores.
Así al llegar el lunes, de nuevo en Santo Domingo, la Manta revalidó su condición de "esperanza azul" al derrotar a las Águilas con Ervin Santana en la lomita y un decente pizarrón de 5-1. Un día de descanso fue eterno para los seguidores del bésibol, pero así llegó el miércoles 23 de enero.
Las Águilas recibían en su parque una vez más a los Tigres, quienes madrugaron ante el zurdo Derek Lee marcándole 2 vueltas. Los aguiluchos veíamos con preocupación cómo los bates mameyes estaban amarrados, apagados... y los azules lucían bien despiertos. Un cuadrangular de dos vueltas más para los metilenos decretó la salida de Derek Lee y fue entonces cuando el relevo mamey se creció.
En la parte baja del quinto acto, Mendy López envió una señal de vida con un cuadrangular solitario poniendo el partido 4-1. Santiago Ramírez lanzó magistralmente sin permitir anotaciones "legales", pero fue víctima en el sexto episodio de una de las decisiones más controversiales de nuestra pelota, cuando con corredores en la intermedia y la inicial, el Licey bateó elevado al jardín derecho que atrapó Alexis Gómez. Después de la atrapada, la bola se le cayó pero logró lanzar a la inicial provocando una doble matanza... pero los árbitros hicieron valer la carrera anotada, como si hubiera sido un hit. Ni siquiera los propios fanáticos azules creían la situación, y mucho menos Félix Fermín, quien terminó de ver el partido en las gradas.
Las Águilas pusieron el partido bajo protesta. Afortunadamente la reacción no se hizo esperar y en el cierre del sexto episodio, ayudados por una defensa errática de los azules, las Águilas fabricaron cinco carreras, dándole la vuelta al marcador 6-5. Luego añadieron otra en el séptimo y ganaron el partido con pizarra de 7-5, poniendo a los Tigres entre el pico y la pared.
En el partido #7, con la serie a favor de las Aguilas 4-2, las cuyayas pusieron el marcador temprano 4-1, sin embargo los Tigres con los bates de Tupman, Bonifacio y Erick Aybar pusieron el marcador 4-3 en la parte baja del 5to episodio.
En el partido #7, con la serie a favor de las Aguilas 4-2, las cuyayas pusieron el marcador temprano 4-1, sin embargo los Tigres con los bates de Tupman, Bonifacio y Erick Aybar pusieron el marcador 4-3 en la parte baja del 5to episodio.
Los felinos empataron el mismo en la sexta entrada, cuando el lanzador mamey Santiago Ramirez golpeo a Jose Bautista, Offerman pego hit al right y luego Belliard bateo un fly de sacrificio.
El Licey termino ganando el partido #7 5-4 con excelente labor de su cuerpo de relevistas, ya que Juan Cedeño, Onelis Perez y Carlos Marmol controlaron los bates aguiluchos a solamente 3 hits. Esta victoria nos llevaria al 8vo partido a celebrarse en el Estadio Cibao.
El dia Viernes 25 de Enero, 2008, en lo que muchos catalogaron como el juego más importante de toda la serie y temporada, las Aguilas mandaron en la lomita a su mejor lanzador en toda la serie semi-final y final, Nelson Figueroa, quien habia lanzado juego completo en el 3er juego de la final. Por los tigres lanzaba Ramon Ortiz.
El dia Viernes 25 de Enero, 2008, en lo que muchos catalogaron como el juego más importante de toda la serie y temporada, las Aguilas mandaron en la lomita a su mejor lanzador en toda la serie semi-final y final, Nelson Figueroa, quien habia lanzado juego completo en el 3er juego de la final. Por los tigres lanzaba Ramon Ortiz.
Figueroa comenzo ponchando 5 bateadores en las primeras 2 entradas. Pero en el 3er inning, Belliard y Rios conectaron sencillos, Tupman se sacrifico y Bonifacio remolco la 1ra y única carrera del Licey con rodado a 2da base.
Luego de esta jugada, Ortiz continuo su magristal labor monticular y las esperanzas aguiluchas se veian cada vez menores. No fue hasta el septimo episodio, luego de que Guillermo Mota relevara a Ortiz, que Mendy Lopez Jr. abrió el inning con kilométrico jonrón por el center field.
En el 8vo episodio y frente los lanzamientos del grandes ligas Damaso Marte, Rafael Furcal se convirtio en el héroe aguilucho al, luego de 1 out, conecta cuadrangular (EL FURCALAZO) por el mismo jardin central para poner el marcador 2-1. Ya en el 9no inning, los lanzadores Randy Choate, Franquelis Osoria y Arnaldo Muñoz se convinarón para darle a las Aguilas la victoria y EL CAMPEONATO #20 DE LA PELOTA PROFESIONAL DE LA REPUBLICA DOMINICANA.
Y como dice un crónista aguilucho, RECOJAN QUE GANARON LAS AGUILAS!
El Jugador Más Valioso de la Serie Final fue NELSON FIGUEROA, lanzador refuerzo aguilucho, quien en la serie final consiguio 2 victorias y lanzó 17 innings.
El Jugador Más Valioso de la Serie Final fue NELSON FIGUEROA, lanzador refuerzo aguilucho, quien en la serie final consiguio 2 victorias y lanzó 17 innings.
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