SANTO DOMINGO, DN.-El presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CONEP), Lisandro Macarrulla, llamó la atención sobre la baja inversión en educación que se registra en la República Dominicana, con menos del tres por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), menos que lo que se invertía en los años sesenta del siglo pasado.
Macarrulla indicó han pasado más de 45 años sin que el país haya vuelto a destinar por lo menos el tres por ciento del PIB a educación, a pesar de que la Ley General de Educación y la Ley de Educación Superior, exijan como mínimo un cinco por ciento del PIB para la función educativa.
Manifestó que le avergüenza que organizaciones internacionales coloquen las escuelas públicas dominicanas en las escalas más bajas del contexto mundial.
Señaló que a principios de los años sesenta, el país destinaba alrededor del 3% de su PIB a la educación, porcentaje que, contrario a la tendencia universal, se redujo luego de 45 años, y aún no se ha vuelto a alcanzar esa proporción.
Asimismo, manifestó que hace mucho tiempo se quería mejorar la calidad del proceso educativo, pero que no ocurrió de la forma planteada, debido a que la política educativa ha estado desproporcionadamente concentrada en la expansión de la cobertura de manera exitosa, pero que todavía falta un amplio trecho por recorrer.
"El problema más grande del sistema educativo dominicano no es ahora de cantidad, sino de calidad, a juzgar por múltiples indicadores, como las habilidades que exhiben los obreros que comienzan a trabajar en nuestras empresas, los dramáticos resultados promedios que suelen arrojar las pruebas nacionales, la preparación que tienen los bachilleres que están llegando a las universidades, y aún de los profesionales que salen titulados de las mismas”, resaltó Macarrulla.
El dirigente empresarial indicó que el sistema educativo ha contribuido a ocasionar una especie de segregación social por medio del cual se intensifican muchas de las inequidades que resultan del comportamiento económico.
Sostuvo que muchos gobiernos no se sienten inclinados a invertir recursos suficientes en educación, porque miran los costos inmediatos, pero no los beneficios que reporta, que se diseminan a lo largo de toda la vida de la gente y del país.
Macarrulla sugirió que para cambiar el sistema de educación del país se necesitaría crear una sociedad democrática, la cual debe fundamentarse en una ciudadanía bien informada y consciente de sus deberes y derechos.
Además de una educación de calidad y equitativa, donde se sustente la formación de capacidades y valores humanos, que constituyan el campo fértil para el desarrollo en lo económico; político; cultural y el conocimiento.
Estas informaciones fueron ofrecidas en el Foro Empresarial por la Calidad de la Educación, bajo los auspicios del Consejo Nacional de Empresa Privada (CONEP); la Cámara Americana de Comercio (AMCHAM); Asociación de jóvenes Empresarios (ANJE); la Fundación Institucionalidad y Justicia (FINJUS); el Banco Mundial, entre otras instituciones.
En un lejano lugar
El 22 de septiembre fue difundido un estudio del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, en el que se resaltaba que la República Dominicana ocupa el lugar 20 entre igual número de países latinoamericanos en el peso porcentual de la inversión en el sector educación dentro del Producto Interno Bruto (PIB).
Asimismo, el informe sobre el Índice de Desarrollo Humano, del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), en su versión de 2006, resaltó que República Dominicana registra "un deterioro en el nivel de educación" de su población, expresado en un retroceso de la alfabetización.
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