Simulación develada

LUIS ORLANDO DIAZ VOLQUE
(Opinión)

Ni la deuda ni argumentos baladíes son óbice para justificar la falta de voluntad política de la actual administración para con los sectores Educación y Salud del pueblo dominicano. De lo más osado lució el presidente-candidato peledeísta Leonel Fernández, al atreverse a pronunciar en la Pontificia Universidad Católica de Santo Domingo una conferencia sobre el "Presente y futuro de la educación dominicana", y además, atribuir en ese escenario, al pago de la deuda el que su administración no destine los recursos económicos necesarios y contemplados en la Ley de Educación, para formar el capital humano que requiere el siglo 21.

¿Y revestido de qué, con qué blindaje se cubre el ejecutivo para insultar a un pueblo mintiéndole respecto a su falta de voluntad política para impulsar el desarrollo social del país, cuando sus ejecutorias en contra de la educación y salud, más que notorias son insultantes? ¿Cómo se atreve a tocar el tema de la deuda, cuando su gobierno ha observado un comportamiento totalmente irresponsable en ese orden?

Olvida el ciudadano presidente que en sus primeros 30 meses de su administración aumentó la deuda externa en 1,358 millones de dólares. Esto sin incluir la deuda del Metro ni la correspondiente a la compra grado a grado de aviones Super Tucanos? Busque otra excusa señor presidente.

No le luce demonizar una deuda que incrementa y amenaza con empeorar. Recuerde sus pronunciamientos recientes en el Brasil, donde dijo que tomará una canasta de nuevos préstamos externos tan pronto concluya el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), para la adquisición de bienes y servicios en ese país latinoamericano. Su propensión al endeudamiento es resaltante.

Ha permitido el incremento del déficit cuasi fiscal del Banco Central, de 89,434 millones de pesos en agosto de 2004 a 195,368 millones de pesos al 6 de agosto de 2007, entre lo que se incluyen 30,000 millones de pesos de certificados financieros que han sido adquiridos por inversionistas extranjeros, quienes le han advertido a su gobierno que si no firma nuevamente con el Fondo Monetario Internacional en enero de 2008 se pudiera perder la confianza en ese tipo de instrumentos financieros.

Su saña en contra de la educación y salud queda manifiesta en la mala orientación del gasto público. Mientras aduce que no tiene dinero para estos sectores, dispone de $10,000 millones para la construcción de un Metro, de otros $6,000 para propaganda reeleccionista y compra de tránsfugas.

Más lesivo aún, es el hecho de que mantiene un aparato gubernamental operando en abierta confrontación a la ley, extrayendo los recursos del Estado en prácticas corruptas, haciendo negocios para beneficio de sus funcionarios y correligionarios, que succionan el presupuesto nacional con sueldos millonarios, de cifras astronómicas que superan los salarios de los presidentes de las naciones más ricas del mundo.

Así no, señor Presidente. Dominicanos y dominicanas somos dignos de un mejor destino.Viernes, 31 de Agosto de 2007